"Los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificacion de los hombres, y por tanto contribuyen en gran medida a crear, corroborar y manifestar la comunion eclesiastica; por esta razon, tanto los sagrados ministros como los demas fieles deben comportarse con grandisima veneracion y con la debida diligencia al celebrarlos."