Today, we celebrate our faith in one God in three Persons, revealed in the history of salvation as creator, redeemer, and sanctifier. In the reading from the Book of Deuteronomy, the sacred author places on the lips of Moses acclamations of praise to our God of heaven and earth, who has done marvelous things for the people chosen to be his own. The text of the Gospel of Saint Matthew reveals the Father’s power in Jesus, who sends his disciples to baptize and to teach all peoples as he has taught them. In today’s Second Reading, Saint Paul’s letter confirms that those who are children of God by baptism are always guided by the Holy Spirit. A good reflection over these Trinitarian readings should inspire the selection of music and prayers of the faithful, so that the theme of Trinitarian communion and self-surrender revealed to all may teach the community of faith to do the same in our daily lives. We must become the same communion of love for others in our family in faith, the Church.
La Santísma Trinidad
Hoy celebramos nuestra fe en un Dios en tres Personas que se revelan en la historia de la salvación como Creador, Redentor y Santificador. En la lectura del libro del Deuteronomio, el autor sagrado coloca en los labios de Moisés, aclamaciones que apuntan al Dios del cielo y tierra, que ha hecho maravillas a un pueblo escogido para su misión. El Evangelio de san Mateo nos muestra la fuerza del Padre en Jesús, el Hijo Amado, que envía a sus discípulos a bautizar y a enseñar todo cuanto él les ha enseñado. Por otro lado, san Pablo en la segunda lectura afirma que por ser hijos e hijas de Dios todos estamos guiados por el Espíritu Santo que hemos recibido en el bautismo. Una buena reflexión sobre estas lecturas puede motivar a que los ministros litúrgicos aprovechen los textos de hoy para enfatizar la comunión trinitaria que, como misterio de entrega y de acogida, se revela ante todos a diario, para que hagamos lo mismo en el acontecer de nuestro testimonio de vida. Por ello, la música escogida, las oraciones de los fieles, las moniciones y, sobre todo, la homilía, han de recalcar de qué manera podemos vivir la comunión de la Trinidad en nuestra familia de fe, la Iglesia.